Se ha hecho viral. Es la frase del siglo. Un vídeo en el que dos asesores financieros en aparente estado de embriaguez recomendaban invertir en vivienda con hipoteca a interés fijo. Aparte de la mala imagen ofrecida en el vídeo y del alboroto de las RRSS, lo que se decía en ese vídeo distaba mucho de ser absurdo. La inflación es la gran amenaza de nuestro patrimonio, junto con la especulación. Invertir en vivienda a un interés fijo del 6-7%, garantiza rentabilizar la inversión solo con el incremento de valor que puede experimentar la vivienda en un par de años. Si hablamos de un largo plazo, lo recomendado para la protección del patrimonio, este efecto será aún mayor. El interés variable depende del Euribor. En momentos de crisis, el riesgo será mayor y el interés subirá. El fijo no. El claro ejemplo de esto es lo sucedido años atrás con incrementos de hasta el 50% en las cuotas de algunas hipotecas. Cierto es que la cuota inicial invita a contratar interés variable, pero si lo que queremos es invertir y nuestro pay back es a largo plazo, la recomendación es el interés fijo. ¿Por qué debería acudir a una hipoteca alguien que, por patrimonio, puede pagar al contado?. Muy sencillo: IPC + Inflación. El precio de la vivienda dentro de 15 años habrá subido a buen seguro. Sin embargo, 150.000 € de hoy no serán lo mismo que dentro de 15 años, debido a la inflación. Si pagamos cuotas de 1.200 €, ese importe dentro de 15 años será mucho más cómodo de pagar que hoy, por lo anteriormente expuesto, por lo que estaremos pagando con dinero de menor valor. Y los intereses que estemos pagando, se amortizan con la revalorización de la vivienda. Quien pueda invertir así, tiene una buena oportunidad ahora.